
En una impactante denuncia, la familia del reconocido periodista salvadoreño Mario Guevara ha revelado una de las imágenes que recibieron de manera anónima desde el interior de la prisión federal de Atlanta, Georgia, donde Guevara estuvo detenido brevemente. La fotografía fue enviada como prueba por un grupo de reclusos que lo amenazaron y extorsionaron a cambio de dinero.
Según relatan allegados al periodista de MG News, la imagen fue tomada con un teléfono celular desde el interior del penal por uno de los propios internos que participó en la extorsión. En menos de 24 horas, la familia de Guevara se vio obligada a enviar $120 para evitar que el comunicador sufriera agresiones físicas.
Guevara, quien fue arrestado durante una manifestación pacífica en Doraville, Georgia, fue trasladado a la prisión federal de Atlanta, donde permaneció por dos días. Durante ese corto período, fue ubicado en un área donde están mezclados inmigrantes en proceso de deportación con personas ya condenadas o bajo investigación por delitos graves como homicidio, narcotráfico o pandillerismo.
“Desde el primer momento que ingresé, supe que estaba en peligro”, declaró Guevara tras recuperar su libertad. “Me ubicaron con presos de alta peligrosidad, algunos con condenas por crímenes violentos. No entendía cómo un periodista detenido durante una protesta podía ser enviado a un lugar así.”
El comunicador asegura que su caso no es único. De acuerdo con testimonios que recogió durante su breve estancia, otros inmigrantes —algunos incluso sin antecedentes penales— han sido víctimas de amenazas similares. “Estamos hablando de extorsiones sistemáticas que ocurren con conocimiento de los custodios, o al menos con su omisión. Esto no debería estar pasando en un centro federal bajo la supervisión del gobierno de Estados Unidos”, afirmó.
La fotografía obtenida por la familia se ha convertido en una prueba clave de lo que ocurrió dentro del penal. En ella se puede ver a Guevara sentado, visiblemente perturbado, en un rincón del recinto. La imagen, según expertos en temas de seguridad penitenciaria, evidencia una falla grave en los protocolos de protección a los detenidos migratorios.
Este caso plantea serios cuestionamientos sobre las condiciones en las que son retenidos los inmigrantes detenidos en cárceles federales de EE.UU., especialmente aquellos que no han cometido delitos, pero son tratados como criminales peligrosos por el solo hecho de estar indocumentados o participar en protestas públicas.
Organizaciones de derechos humanos ya han comenzado a pedir explicaciones al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Buró Federal de Prisiones (BOP), exigiendo una investigación inmediata sobre lo ocurrido en la prisión de Atlanta y la implementación de protocolos que garanticen la seguridad y dignidad de los migrantes detenidos.
“Esto no se trata solo de mi caso, se trata de muchos otros que no tienen voz”, concluyó Guevara. “Hoy me tocó a mí, mañana puede ser cualquiera.”



















