El sábado, el estadounidense se convirtió en el primer campeón indiscutido en tres divisiones durante la era de los cuatro cinturones, al derrotar nada menos que al campeón supermediano Saúl “Canelo” Álvarez. Contra todo pronóstico, “Bud” dejó atrás la etiqueta de desfavorecido para firmar una de las victorias más resonantes de los últimos tiempos
Crawford subió dos categorías de peso en su búsqueda de grandeza. Ni el aumento de masa muscular ni la potencia de Álvarez lograron frenar su plan. Con su velocidad habitual, precisión quirúrgica y esquiva impecable, neutralizó los ataques del mexicano y castigó con combinaciones certeras cada vez que Canelo intentaba tomar la iniciativa. El resultado fue contundente: decisión unánime para Crawford.
El logro tiene un peso histórico. Crawford ya había sido el primer boxeador en conquistar la indiscutibilidad en dos divisiones, hazaña que después igualaron Naoya Inoue y Oleksandr Usyk. Ahora, con tres coronas absolutas en diferentes categorías, se separa definitivamente de sus contemporáneos. Su triunfo ante Álvarez incluso supera la aclamada victoria de 2023 frente a Errol Spence Jr., consolidando un legado que había sido constantemente desafiado por la política del boxeo y la dificultad de concretar grandes combates.
La velada en Las Vegas también dejó momentos memorables. En el combate por el título interino supermediano del CMB, Christian M’billi y Lester Martínez protagonizaron una guerra de diez asaltos que terminó en empate, abriendo la puerta a una esperada revancha. En la coestelar, Callum Walsh extendió su invicto a 15-0 tras imponerse sobre Fernando Vargas Jr.
